El anuncio de la condonación de un 50% de la deuda a Grecia supone que los bancos acreedores, mayoritariamente alemanes y franceses, van a tener que colocar en las pérdidas importantes cantidades de dinero. Ahora bien, si tenemos en cuenta que parte sustancial de los empréstitos se han estado dando a intereses ya altos, debido a que la deuda griega nunca gozó de solvencia, la rebaja principal se sitúa en la expectativa del cobro de altos intereses.
A partir de 2010, los tipos de interés cada vez más altos, exigidos por los banqueros y otros actores de los mercados financieros con el apoyo de la Comisión Europea y del FMI, produjeron el clásico efecto «bola de nieve»: la deuda griega prosegue una curva al alza puesto que las autoridades del país piden prestado capital para reembolsar intereses (y una fracción del capital pedido anteriormente).
Más información: http://www.diariouniversal.net/2011/07/15/algunos-datos-economicos-sobre-la-crisis-de-grecia/
Tras el ajuste de la deuda griega, por fin, se actúa con temple de cirujano, con intención de salvar al paciente, por lo que las autoridades griegas empezarán a poder racionalizar estrategias para su recuperación económica. Grecia es un país turístico el 16% del PIB.
Es del todo previsible que se lance a la reconquista de mercados, sobre todo alemán y que se trate de apelar a cierto sentimiento de solidaridad que, de rebote, ayudaría a que los bancos acreedores germanos se aseguren los cobros.
A nosotros nos toca tomar iniciativas acertadas y con decisión evaluando las oportunidades y alternativas que se nos presentan.
Ahora, más que en otras ocasiones, a pesar de los muchos focos en conflicto (pero también en procesos de solución), debemos tener presente que el mercado turístico se mueve muy deprisa y que hay que tener respuestas preparadas antes un panel previsible de opciones sin olvidar, como elemento de marketing y convicción, que las emociones de última hora son fundamentales a la hora de elegir destino.