La España que Sí puede ser

Xavier Cassanyes. (2015). Editorial Síntesis. Madrid.  234 páginas.

Opiniones ajenas:  

“Cassanyes pertenece a la generación que vivió la época del final de la dictadura franquista pero era demasiado joven para tener un peso político crucial en ella. Quienes comparten esas circunstancias cuentan con la mejor perspectiva para entender que las soluciones concretas existen”    

(Camilo J. Cela Conde, en Diario de Mallorca, 14/5/2015)

«Analiza con rigor los déficits que estamos soportando en varias áreas decisivas y propone soluciones con claridad y concreción incluyendo en su capítulo final una propuesta de reforma de la Constitución… Me han interesado especialmente las referencias al déficit democrático y de representatividad y sobre todo a la necesidad de una democracia más participativa porque está surgiendo una nueva ciudadanía mucho más exigente en cuanto al control de la acción pública y la vigilancia de los compromisos de transparencia y comportamiento ético»

(Antonio Garrigues Walker, en la presentación del libro)

«un documento que analiza con ánimo constructivo una salida armoniosa de esta charca en la que la Constitución boquea»

(Román Piña Valls, El Mundo-Baleares, 6/7/2015)

Ensayo.

Es un libro oportuno, que no oportunista, escrito desde la necesidad de superar el actual callejón de incomprensión política que se ha instalado en España.

De un lado, el soberanismo en Catalunya que ha pasado de un acto de afirmación nacionalista, buscando una relación con el Estado similar a la que tienen las comunidades forales de Euskadi y Navarra, al independentismo por la reiterada incapacidad de las instituciones de afrontar una solución de realismo y con vocación de continuidad.

Del otro, el agotamiento de las instituciones, poniéndose al descubierto las graves fallas del régimen político surgido de la Transición que ha colapsado entre otras por no haber sabido prever cortafuegos contra la corrupción y la malversación de caudales públicos, y porque se constituyó desde la urgencia de crear un sistema de partidos fuertes, que ha terminado por devorar a las propias instituciones democráticas.