El movimiendo de los indignados es, y ellos se esfuerzan en que así sea, es una contestación social porque engloba a una nutrida representación de distintas tipologías: Estudiantes, profesores, informáticos, ingenieros, parados, jubilados…, que hasta han pretendido, y conseguido, dar testimonio público de disconformidad con la situación de inefensión en que se encuenta la sociedad ante los poderes fácticos de los grupos financieros, apátridas, pero cuya gestión está en las cities financieras, y sus beneficios se derivan a esos paraísos fiscales (que no solo son lugares físicos, sino también virtuales como la City londinense) que una de las primeras reuniones del G-20 tras la elección de Obama nos prometieron limitar, bueno, de hecho nos dijeron que iban a desaparecer. El adalid era Sarkozy, que sigo pensanso es, mutas mutandi, el mejor valedor de los derechos económicos y políticos de la sociedad frente a los oligopolios de poder, como los que se reunen en Davos, mutas mutandi otra vez, cada año.
Ahora, empero, los indignados que el CIS dice sus revindicaciones cuentan con el 75% de la simpatía de la sociedad española tienen que dejar los campamentos, que se miere por donde se mire son ocupaciones de la vía pública incívicas (contra las normas de la ciudadanía, las leyes) y canalizar sus vindicaciones para la consecución de sus objetivos. Y eso, naturalmente, pasa por la presencia política. Es interesante la recogida de firmas, como están haciendo, para utilizar el recurso de la iniciativa popular a la hora de proponer reformas legislativas, pero, como resulta obvio, al final la eficacia está en la participación política.
Como militante en un partido político, es natural que piense que antes que crear plataformas electorales o partidos alternativos,tendrían que entrar en la militancia política y nutrir de ideología los, probablemente, anquilosados principios ideológicos de los partidos que tenemos. Pienso que tienen que hacerlo. Si nos fijamos en el mayo 68, movimiento con el que yo encuentro algunas similitudes y grandes diferencias, lo cierto es que la sociedad política no avanzó hasta que los líderes no entraron en la estructura de los partidos, si exceptuamos el caso de los Verdes alemanes, que no dejaron de ser testimoniales hasta que bajaron de la nube de la irrealidad, y entraron en la dinámica ideológica de los compromisos y del tocar de pie a tierra.
¿Creen, los indignados, que pueden pedir compromisos políticos más allá que maquillajes? Ni siquiera los gobiernos pueden enfrentarse a los poderes del mundo financiero; de las agencias de calificación; de las potencias emergentes, o no, del neocapitalismo, tipo primerta hornada, como China …que bien medran en su provecho.
Pido sentido de la realidad. Sigan con sus firmas para leyes concretas, pero no se apuntes a demagógias o intereses de extrema ignorancia, como pedir la desaparición del Senado. Y entren en la militancia de los partidos. En todos.
Por lo que respecta al PP, este es un partido en transformación, abierto e interclasista.
Yo, ya lo saben está en mi perfil de facebook, me defino como liberal y progresista (o social, del progresismo liberal del primer encuño), y además, regionalista y federal. Y no tengo ascos a hablar de nacionalismo, que nacionalismo y estado, casi nunca so territorialmente coincidentes. Ahí están los ejemplos de Estados Unidos, de Suiza,…de Gran Bretaña, por supuesto, de España.
Un saludo. Invito a feedback, a comentarios.