La deuda griega es galopante. Los especialistas dicen que va a ser imposible que Grecia pueda pagarla algún día, por lo que ya se especula con acciones de reducción voluntaria, lo que supondría un peligroso callejón de insolvencias, o medidas más agresivas quizás una reintroducción del Dracma, y su devaluación, sería una solución posible. Esto, naturalmente tendría su efecto dominó en Irlanda y Portugal y, España se encontraría barajando esa posibilidad.
No es fácil posicionarse. Opinó, sin ser experto en la materia, que ha llegado el momento de integrar más la Únión desde el realismo de los «números». Para algunos países lo conveninete sería esa salida del euro, por un plazo indeterminado en una especie de UVI (ya publique en esa dirección, 7-05-2011), con devaluaciones del 40 a 50%, saneada la situaciñon por ajustado el valor del País a su realidad, una vuelta progresiva. No sería ningún trauma, salvados y vigilados los movimientos especulativas de preveer, para empezar no se podría implementar esa medida con una previsión de vuleta al euro (con pelos y señales…). Esa medida de urgencia, sin embargo, no debería aplicarse a España, porque nuestro país es una economía vertebradora de Europa, por volumen y diversificación.
Para España, la estrategia a mi modo de ver sería más integración. De hecho, y lo vengo publicando en Ultima Hora desde hace años, lo pertinente para el futuro de la Unión Europea es una Europa de dos velocidades, una con mayor integración fiscal y financiera, y con un esfuerzo desde las administraciones para incentivar las fusiones y asociaciones de empresas, formado por Francia, Alemania, Reino Unido, Italia y España.
Y es más, yo ya empezaría por sondear desde algunas autonomías, como la nuestra, cómo se podría integrar intereses alemanes (de algunos Lands) y otras regiones europeas con los de Baleares.