El encargo del Rey a Rajoy, a la vista de las dudas que transmite el propio presidente y a la virtualidad de escaquearse de dar la cara ante el Congreso, parece que va a ser un trámite para volver a un segundo intento de Pedro Sánchez que tampoco tendría posibilidad de prosperar a no ser que Unidos Podemos se sumara y Ciudadanos y los nacionalistas del PNV y PDC, se abstuvieran.
Una legislatura de transición, de dos años.
¿Por qué podrían los nacionalistas abstenerse?
Primero habría que contestarse, si el PSOE y C’s podrían aceptar esa abstención. En unos y otros están más preocupados por no parecer que se cede ante posiciones ideológicas rupturistas que en conformar un gobierno decente. Porque ¿alguien piensa que un gobierno popular, aunque fuera sin Rajoy, con toda la carga neoconservadora y abiertamente empantanado en corrupción debe ser premiado con 4 años más?
El País necesita un gobierno que dé respuestas a 5 cuestiones fundamentales:
–El entendimiento con Catalunya. La solución negociada un standbay de 18 meses. Moratoria en la «legislatura de desconexión» y compromiso en preparar una reforma constitucional federal con singularidades para Catalunya Euskadi y Galicia.
–Un plan de reestructuración de las administraciones Central y Autonómicas. En línea con la reforma federal, y que reduzca efectivos y déficit en relación con las exigencias de Bruselas. Contemplando un nuevo papel de Senado.
–Un plan de reactivación económica, negociado entre Administación Central y autonómicas y en cumplimento de los objetivos de déficit, con el acento en que prevalezcan las economías regionales.
–Una propuesta común ante el futuro de la Unión Europea frente a las consecuencias y el nuevo escenario del Brexit.
–Una reforma de la ley electoral. Inmediata en aquello que es posible sin tocar la Constitución, para que sea efectiva en las próximas elecciones que deberían convocarse en 18 meses. Y una reforma completa que comprenda la autonomía como circunscripción electoral, tanto para el Congreso como para el Senado.