Estas del 26 de junio, van a ser unas elecciones constituyentes, como lo fueron las de 1977.
Los electores tienen la responsabilidad de elegir a los candidatos que mejor representen sus afinidades ideológicas, sin duda, pero también tendrán que elegir al tipo de gobierno que quieren para España.
Premiar el entreguismo a la austeridad y a la dictadura de los los gurus financieros, que nos metieron en la crisis o el cambio, es decir, poner la política por encima de las agencias de financieras y los mercados, obligando a que la economía entre en la senda del servicio al Bien Común.
Ya nadie cree que la austeridad sea el camino de la recuperación económica. El Banco Europeo, al fin, se ha dado cuenta que tiene que seguir a su homólogo de la Reserva Federal, y aportar dinero directamente a las empresas,
Los expertos dicen que la austeridad sin políticas de crecimiento y de concertación social, no permitirá entrar en la espiral de crecimiento económico.
Ni en la propia Alemania se cree en esa receta.
Estas elecciones son entre continuismo o cambio.
Entre seguir con el inmovilismo y la continuidad institucional del Partido Popular, que se ha beneficiado indudablemente de tramas de corrupción, y que desde su mayoría absoluta ha realizado una contrarrevolución ideológica, o el cambio en las instituciones.
Ciudadanos y Podemos, son partidos de cambio sin duda, y representan dos extremos antagónicos.
Ciudadanos, pretender ser continuador de la tradición liberal española y su ideario está en una España nacional, autonómica sí, pero más administrativa que política, que es incapaz dar cabida y entender los nacionalismos.
Podemos, por su parte, aún con Izquierda Unida, sigue el perfil de partido transversal de perfil que sí, muy posiblemente, acabará por abrazar la social democracia que ahora se arroga y su concepción de España es plurinacional. Con capacidad integradora a realidades nacionales del Estado.
Pero, el partido instrumental de ese Cambio político, de esa Nueva Transición que España necesita hoy es el Partido Socialista.
Desde una ideología liberal demócrata, son necesarias reformas constitucionales de calado, un marco federal sin duda; seguir el rigor presupuestario, también; pero con políticas expansivas inteligentes y acordados con los grupos políticos y económicos; una renegociación del déficit pero también de la misma UE, ya que el Brexit (sea sí o no) ya va a obligar a repensar casi todo, vamos a la Europa de las 2 velocidades.
Para todo esto se necesita un partido de Cambio y con seguridades institucionales, pienso que ahora hay que votar a los socialistas.