Por un Pacto Federal ante las próximas Elecciones.

Cuando publiqué en esta Columna mi primer artículo sobre federalismo: “Autonomía o federalismo eficiente y que nos cueste menos” (5/2/11), siete meses después de la sentencia del Estatut y con Artur Mas recién elegido presidente de la Generalitat, todo apuntaba a que el marco territorial de la Transición tenía, esta vez sí, los días contados. Un año más tarde, tras la manifestación soberanista del 11 de septiembre, la cuestión federal, para mí al menos, resultaba la única solución para integrar España como una nación de naciones. En sendos artículos, “La Transición interrumpida” y “España solo se integrará como Estado Federal” (UH, 2/9/12 y 16/11/12), exponía esas tesis cuando nadie se tomaba en serio el sistema federal, ni siquiera el partido socialista que lo llevaba en su programa cuando la Transición y se define como federal.

A cinco meses de las Elecciones Generales, el soberanismo inicialmente reivindicativo de Catalunya se ha transformado en independentismo, y la torpe operancia del Gobierno Rajoy, oponiendo tecnicismos jurídicos a cuestiones políticas, ha radicalizado la sociedad catalana y también la española que por éstas, y otras negligencias, está retirando el apoyo al partido de gobierno. Unos, porque fueron votantes recabados en electorado ajeno; otros, los propios del centro derecha, porque Ciudadanos ha entrado con vigor con voluntad de regenerar la política, exigir cambios de hondura y con la credibilidad de su experiencia como formación política. Experiencia corta sin duda, solo ocho años, pero ocho veces  mayor que la de la propia Alianza Popular, nodriza del PP, cuando se presentó a las primeras elecciones democráticas, en 1977.

España Federal

Mi apuesta por el federalismo se ha concretado en “La España que Sí puede ser” que, como expresa el subtítulo, se trata de una actitud pro-activa sobre el futuro posible, inequívocamente federal en mi opinión, con las particularidades que expongo y argumento con solidez histórica. Desde el análisis de la Transición, que ocupa un tercio del libro, hasta la coyuntura actual y el despiece de las necesarias modernizaciones en la estructura institucional, el modelo territorial constituye el eje conductor del relato de cambio político que se propone, de modo similar como la cuestión autonómica fue capaz de armonizar las diversas sensibilidades territoriales del Estado.

Ciadro

Del libro: La España que Sí puede ser. Xavier Cassanyes. Edit. Síntesis. 2015 Madrid

Unos días antes de las elecciones de las elecciones del 15 de junio de 1977, que tendrían  el encargo de redactar la Constitución, por iniciativa de Aina Moll y personas vinculados a Obra Cultural Balear, se propuso el “Pacte Autonòmic” por el que los parlamentarios que resultaran elegidos se comprometían a exigir el reconocimiento de los derechos y la identidad de las Islas Baleares y a defender su acceso a un Estatuto de Autonomía. En aquel momento, solo se contemplaba la autonomía para Catalunya, País Vasco y Galicia, y la excepcionalidad foral de Navarra.

Como en la Transición, el modelo territorial o la financiación autonómica, la versión reivindicativa que permite el modelo actual, está en el centro de la preocupación política. Es el momento para que alguna institución civil independiente, quizás el Cercle d’Economia, proponga un Pacte Federal similar a aquel Pacte Autonòmic de 1977.

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