De los comentarios, casi todos de loa y poca interrogación, que se escriben sobre la coronación del rey Felipe VI, destacan muchos que se esfuerzan en minimizar la figura de un rey constitucional limitándolo a figura de representación ¿de la marca España?, criticando que algunos esperen de Él que actúe, dónde el presidente Rajoy se muestra incapaz.
Dicen algunos, como mi admirado José Antonio Zarzalejo (El Confidencial, 21 junio), que esperar que el Rey contribuya a un diálogo y un acuerdo entre Catalunya y España es, lejos de ayudar al jefe del Estado, comprometerle y dificultar su papel. Otros comentaristas, están en la misma línea, le recomienda al Rey que desconfíe de las voces que piden al nuevo rey una intervención activa en los asuntos políticos.
Como he razonado en multitud de artículos de la monarquía, una institución de origen feudal, en el siglo XXI se espera un valor de talento diferencial, un plus que la valide como institución anacrónica que es, para justificarla política y socialmente.
A mí, no se me ocurre un problemas más importante y urgente, Y QUE ESTÉ EN NUESTRAS MANOS RESOLVER (el paro…no lo está),que el emncaje de Catalunya en España. Lo dije hace dos años, cuando Rajoy se creía que el souflé bajaría, lo dije hace muchos meses, cuando algún ingenuo de la Moncloa pensaba que si actuaba internacionalmente se controlaría la situación, y lo repetí hace un par de meses, cuando el no del Congreso. Solo el Rey puede resolver esta cuestión, ¿Por qué? Porque la unidad de España se hizo por el matrimonio de los Reyes Católicos que, cada uno reinaba en su reino de origen, mientras las administraciones de Castilla y sus territorios y la Corona de Aragón (con sus cortes particulares para cada territorio en Aragón, Baleares, Cataluña y Valencia), funcionaban de forma independiente. Se trataba de un confederación, por demás el modelo cómo funcionaba la Corona de Aragón; nombre que modernamente se ha preferido al de Reino de Aragón, parea marcar, precisamente esa particularidad de funcionamiento colegiado.
En el artículo que publico hoy en Ultima Hora, «Un Rey integrador para el nuevo tiempo», doy un vistazo al discurso de Coronación:
…Hizo, el Rey, un discurso magnífico en lo que concierne a su Casa y demasiado al dictado del gobierno, en lo político, y ha dejado entrever que se va a implicar institucionalmente en lo que debería ser su gran funcionalidad: integrar la unidad española por la Corona; como alguien ha dicho: más Ausburgo y menos Borbón.
Buen día de sábado y fin de semana!!!