El Príncipe, preparado para ser Rey.

Que la abdicación sea la normalidad en la monarquía holandesa, cuatro de los seis monarcas que ha tenido Holanda habrán abdicado cuando el príncipe heredero sea proclamado rey, no es más que una tradición de aquella casa real. Sin embargo, no está demás traer a colación que la monarquía holandesa, constitucional y reinando sin interrupción desde que existe como estado independiente (1815), goza de amplia popularidad gracias su estatus de estricta neutralidad en cuestiones políticas, desde 1848. Esa imparcialidad política consolida la institución monárquica y hace posible que el relevo en la Corona se vea con la normalidad de un cambio generacional, y no se tema provocar suspicacias ni divisiones entre partidarios de unos u otros.

En España, por el contrario, inauguramos el siglo XIX con la monarquía de Fernando VII, el más absolutista de los reyes que hemos tenido, una centuria turbulenta y desaprovechada, y un siglo XX con dos dictaduras; una promovida por el rey Alfonso XIII, la de Primo de Rivera, y la otra, después de una guerra civil, previa salida de España del abuelo del Rey, rumbo al exilio. La monarquía en España, como se ha visto, no ha ofrecido estabilidad institucional ni el progreso esperable en un país como España, excepto en las dos restauraciones. La de Alfonso XII, tras la I República, y esta segunda, la de Juan Carlos I que, como aquélla, se agota cuando las bases de una economía extremadamente dependiente ya no puede impulsar el progreso del país, y cuando la corrupción se muestra generalizada entre aquéllos que, por su posición, debieran tener al bienestar social como la principal de sus metas.

Don Juan Carlos ha dicho que nunca abdicará. La reina, anclada en la nostalgia de la institución monárquica como designio divino, dice que el pueblo necesita oír “el Rey ha muerto, Viva el Rey”, pero esa solemnidad que pretende expresar la legitimidad  teleosófica de la monarquía, no se corresponde con los anhelos y la realidad de loa españoles. El futuro Felipe VI tendrá que ganar su legitimidad con un nuevo pacto de futuro y, previniendo una posible crisis institucional, ese refrendo constitucional y monárquico es mejor que se construya en vida del Rey.

(Publicado en ÚLTIMA HORA, 02-Febrero-2013)

Un comentario en “El Príncipe, preparado para ser Rey.

  1. Ya es hora de que los borbones abandonen España y emigren a otros lugares, por ejemplo al desierto del SAHARA o al desierto de ARIZONA O al valle de LA MUERTE. Que se lleven a todos los monárquicos y demás secuaces (DUQUE, CONDES, MARQUESES, ETC.ETC. para que dejen de robar al pueblo español.
    Jamás se debe consentir que llegue al poder, sin un rerendum LIMPIO, Felipe VI. Ya tuvimos bastante con el esférico de FELIPE V

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