Dos de comentarios de brevedad.
El afer del director del FMI, el socialista Dominique Strauss-Kahn, por un presunto delito de violación. Y los graves inicidentes de Madrid.
El primero se refiere a la poca catadura moral de algunos políticos, que practican sin rubor desde delitos económicos hasta el más horrendo de la violación, en grado de tentativa parece ser, sin querer ahondar en casos históricos que llegaron a la eliminación literal del adversario.
Los disturbios de Madrid, los graves incidentes que recuerdan los de los barrios marginales de Paris, Marsella y otras ciudades francesas. Aquí, no se trata de segundas generaciones de inmigrantes, los había de primera generación pero también españoles, la ciudadanía descontenta INDIGNADA por la incompetencia y la poca entidad de las acciones tendentes a superar la crisis. No sólo, en cuanto las improviosaciones y el desconcierto de la implementación de medidas constradictorias, sino también por la incapacidad de los gobiernos de marca los tiempos en lugar de ir a remolque de los inversores que están detrás de las agencias de calificación de riesgos.
ES PRECISO una regeneración institucional, en el sí de las instituciones y su operatividad, que los políticos resuelvan los problemas de la gesnte y que sean capaces dar respuestas institucionales, para salvar, también, la desconfianza con que el electorado acude a las urnas cuando es convocado.