El mayor desafío político que el Estado tiene ante sí es, sin duda, el nacionalismo independentista, por lo que se exige del Gobierno de España una actitud inteligente, de construcción positiva, capaz de ofrecer un nuevo marco constitucional y de convivencia, que integre la idiosincrasia y aspiraciones identitarias y políticas catalanes, que evite que la vía de la independencia gane peso, y que, a medio plazo, con una coyuntura internacional favorable, la separación de Catalunya de España resulte inevitable. El referéndum que el gobierno catalán pretende celebrar es ilegal desde la lectura de la normativa vigente, sin embargo, se celebre o no; sea más o menos representativo; o se sustituya por un adelanto electoral con lectura de plebiscito, va a condicionar el futuro político en Catalunya y en España. Nada volverá a ser como antes.

Después de un año, desde que comenzara la iniciativa soberanista, la encuesta de instituto de opinión de la Generalitat (junio) refleja que el respaldo a los partidos que impulsan la consulta, que se ha dado en llamar de “derecho a decidir”, (CiU, ERC) aumentaría de un 5 a un 10 por ciento, pasando de los 70 diputados actuales a 73 o 76, mientras que el llamado bloque constitucionalista, formado por el PP y Ciutadans, mantiene su representatividad en torno al 20 por ciento, eso sí, a favor de la mayor representación de Ciutadans a costa del descenso del partido popular.

No hace falta valorar las razones que están detrás del apoyo a las opciones soberanistas, y a la estrategia que sigue el gobierno catalán, en contraste con la situación del gobierno de España. Descenso vertiginoso del partido popular, del 12 al 40 por ciento, según los diversos sondeos y el aumento del UPyD. Constatar, en todo caso, que lo previsible es que la situación política en Catalunya no vaya a cambiar, en la dirección de la voluntad del gobierno de la nación, por lo que es necesario ser muy consciente de que las decisiones que se tomen sobre esta cuestión conllevan repercusiones de riesgo y de largo alcance. Ésa es una evidencia que no se puede ignorar.

@CassanyesXavier