El descontento social que se visualiza en ese movimiento de constestación al sistema, en la línea de la publicación del libro Indignaos, recuerda ya a los prolegómenos que estuvieron en los antecedentes que desembozaron el el mayo del 68.
Entonces, también se daba un creciente desempleo entre los jóvenes. Después de unas décadas de crecimiento imparable, la situación económica mostraba signos evidentes de que un ciclo que pareceía imparable se había terminado.
El desempleo afectaba particularmente a jóvenes, pero también a trabajadores maduros que no se adaptaban bien a los vertiginosos cambios tecnológicos, en los procesos de producción, lo que llevó a definir una de las primeras consignas, contra el consumismo que aceleraba la éxtensión del modo de producción del capitalismo monopolista contra los pequeños y medianos empresarios, los artesanos, agricultores…Al tiempo, barrios obreros de repatriados de la guerra de argelia, proceso inmigratorio que se había iniciado años antes del estallido anticolonial (1962), había abonado una bolsa de desocupados y subsidiados sin horizonte de cambiar su situación de marginación, de exclusión social.
De en ámbito cultural y político, gobernaba Degaulle, el héroe de la guerra mundial contra la ocupacación alemana, el socialismo con el pie cambiado estaba aferrado a los parámetros culturales del sistema de la política de bloques (este- oeste), y los del partido comunista, muy potente en aquella Francia de los setenta, seguidor integrista de la política dictada por la nomenclatura de Moscú, no discutía los presupuestos ideológicos de la cultura social en la que imperaba, por ejemplo, una consideración de segundo orden de la mujer «cuando no hay trabajo, son los hombres los primeros a los que hay que proporcionarlo».
La intelectualidad,tradicionalmente abonada a la izquierda, ante un derecha que no había sabido independizarse de los canales de producción ideológica de los intereses económicos, hacía años que se había separado del seguidismo de los partidos de las izquierdas hegemónicas (socialismo y comunismo), profundizaron sus discursos de contestación al sistema, que a penas había evolucionado desde la postguerra, discurso de crítica al que se unieron las izquierdas extraparlamentarias, radicalizando los eslóganes contra el sistema social. Y ahí, el surgir de un feminismo y ecologismo organizado y las proclamas de «la imaginación al poder»
El contexto mundial, en plena descolonización y la polarización entre pueblos que luchaban contra la economía multinacional y su propios desarrollo local, y el poder norteamericano, indiscutible y prepotente. Todo ello, sin embargo en un contexto económico mundial, y particulamente en occidente, de abundancia en recursos y estabilidad de las estructuras económicas, AHI ESTA LA GRAN DIFERENCIA ENTRE EL AYER Y EL HOY, si en el pasado se desembocó en un cambio de régimen, el presidencialismo carismático hacia un sociedad más abierta en la concurrencia política, hoy el triunfo de las «revueltas» tiene que ir hacia un cambio de gobierno y la exigencia de que éste conduzca cambios, hacia una evolución del sistema que no puede caer en populismo que abonarían una involución en los principales activos políticos que comporta la Constitución.
El partido popular, no tiene parte en esta crisis. Denunció que se estaba entrando en un ciclo descendente, en los debates electorales del 2008, Pizarro se lo decía a Solbes, en televisión y éste minimizaba y acusaba al PP de escandalizar y querer meter miedo.
Seis meses más tarde, estaballa la crisis en Estados Unidos,…y hasta marzo de 2010 no se empezaron a tomar medidas, y no por convencimiento, sino por imposición de la Unión Europea. El partido socialista, y los partidos que apoyaron su investidura, son responsables de la mala gestión de la crisis.
Pido el Voto para el PP, vamos a sacar a España de la crisis y además, sabremos ilusionar al País con nuevos proyectos y avances institucionales, como lo hicimos en el pasado con la entrada en el euro, o reformas institucionales con mayor autonomía financiera y reformas como la desaparición de los gobernadores civiles. Estoy convenciodo que el PP, tiene capacidad y empeño por impulsar reformas de mejora en el estado autonómico y en los mecanismos de participación ciudadana.
Ahora, pedimos el apoyo de los ciudadados de las Baleares para que nos voten en las eleciones autonómicas y locales.