En Ibiza, falta de apenas doce días para la cita electoral, la Fiscalía ha pedido el sobreseimiento provisional del caso Park Control.

No hay duda que la Fiscalía no demuestra escrupulosa imparcialidad cuando toma decisiones de calado político en medio de una campaña electoral.

Las elecciones se celebran cada cuatro años, en ellas, los mensajes tienen que ver con el día a día, con lo que se va a hacer, con las personas, etc.  Un imputado es una persona que tiene alguna relación con hechos delictivos, no implica que esté poco o mucho relacionado, ni por supuesto que sea culpable. Por el mismo procedimiento sobreseer un  procedimiento en curso, no implica que no haya delito significa, estrictamente que el Juez que dictamine apreciará no justificación, sea porque no interpreta que haya delito o por cualquier de las ciscunstancias procedementales que puedan concurrir. Y, naturalmente, no previene de que puedan incoarse nuevos procedimeintos. En cualquiera de los casos, existe una repercusión pública inducida que en plena campaña electoral puede intoxicar contribuyendo a confusión de conceptos y, como resultado, desvirtuar el sentido de unas inclinaciones políticas.

Sin que haya intervenido la magistratura, que es quien resuelve y sin duda orgánicamente independiente,  la Fiscalía que depende jerárquicamente de su superior en Madrid, el fiscal general, y éste nombrado por el gobierno de turno, por el solo hecho de pedir una medida que tiene indudable eco en la campaña, debería ser considerado como una instromisión de la administración a favor de parte, del partido socialista que es el superior jerárquico de la Fiscalia.

No hay necesidad de que la Fiscalía se apresure tanto. Si en derecho considera que debe solicitar el sobeseimiento de la causa que nos ocupa, bien puede esperar al día después de las elecciones. Haberlo hecho ahora sería, en buena filosofía de la limpieza electoral, denunciable ante la Junta Electoral.